Un roble, un toro, un gato... O cosa por el estilo
Un lunes cualquiera a las 04:15 am sonó mi teléfono y recibí la noticia de tu partida . Me armé de valor, cogí tu foto y fui a buscar a mis hermanos y madre. Ese mismo lunes, el corazón de tu compañera por 50 años, se encogió, lloró y se embriagó del consuelo de todos los que vinieron a verte . Fueron 3 lunes los que dormiste de corrido, hasta que decidiste despertarnos, despertarnos de madrugada. Ya en mayo del año pasado nos quisiste asustar con tu partida. Fueron 2 paros respiratorios los que venciste, saliendo por la puerta grande y fría de UCI. En aquella oportunidad dos de tus hijas estuv imos fuera del Perú pero volamos de regreso para ver tu victoria. Nueve meses después i ntentaste ver a la virgen de Chapi , pero terminaste internado en la clínica intentando subir tu oxigenación. Esta vez aquellas 2 hijas, v olamos contigo a Lima cargadas con 2 balones de oxígeno y el remisse de una ambulancia en cada aeropuerto. Ya con esta era n varias las ocas