PRODUCTORAS CON P...


Hay en Facebook unos grupos cerrados que parecieran las nuevas Páginas Amarillas temáticas, y que la verdad me cansan un poco.

Leo que piden datos de pediatras, cosmiatras, nutricionistas, ginecólogos, astrólogos todos BBB. Preguntan por buenas películas de acción en Netflix, consejos por si el colágeno engorda, o un remedio casero para la infección urinaria, que si hay masajistas a domicilio, o si saben de un buen tratamiento revitalizador para el cabello, en fin… lo siento respetables dateras, pero me agobiaron, así que decidí salir del grupo. No tengo nada en contra de Uds. es culpa del algoritmo de Mark Zuckerberg que me hace leer sus post más de lo que quisiera.



¿Será que tengo cierto rechazo a los que me preguntan datos? ¿Acaso soy como Kiko con los datos útiles?  Y es que buena parte de mi carrera la he dedicado a conseguir lo impensable, y a veces siento que hay información clave, que solo la compartiría con muy pocas personas, pues el esfuerzo que me costó es impagable.

Primero en mis años de pañuelos, empecé haciendo ficción, consiguiendo todo lo que a un director de arte se le ocurriera, con tal de lograr el clima que buscaba retratar. 



Luego vinieron los años, en los que usaba tacos y pantalones de vestir, y daba forma a las ideas de un líder de una institución estatal, para beneficiar a unos pequeños empresarios y de paso lograr notoriedad política. 

Por un corto tiempo, anduve en gorras y canguros, haciendo producción en publicidad, y tuve que convivir con algunas alucinadas y costosas ideas salidas la macbook de un creativo, que esperaba ganar el León de Cannes. 



Ahora resuelvo los problemas de un cliente, en vinchas, jeans y zapatillas,  haciéndolo lucir espectacular con un presupuesto al que siempre le faltará al menos un cero adicional.

Soy PRODUCTORA, amable lector. Esa profesional que se sabe capaz de implementar todo lo que su mente se imagina, mientras su presupuesto lo permita.
Y aunque muchos nos confunden con magas superpoderosas que logran conseguir un elefante blanco en bikini surfeando en las Dunas; yo diría (no me odien) que somos más unas “pinchaglobos y recurseras”

En mis veintes, mientras más complicado de conseguir, más retador era. Caminaba por todas las cachinas y los huecos de Lima hasta encontrarlo.
En mis treintas tenía la capacidad de resolverlo todo haciendo un par de llamadas y lo conseguía en el menor tiempo posible.
Hoy a mis cuarentas, si no lo resuelvo en una hora, no es imposible, pero cuesta más, así que le pregunto a mi cliente ¿Estás seguro que lo quieres?

Los años de experiencia nos han dado a las Productoras Senior (*) esa espada del augurio que nos permite ver más allá de lo evidente, y que además, desenvainamos cada que llega alguna idea tan apetecible como costosa, y la convertimos en fino picadillo para degustar entre todos.

Somos maléficas y manipuladoras para algunos, la bendita salvación para otros o unas buenas aliadas cuando se trata de involucrarnos en proyectos que aún no facturan. En fin, SOMOS Y AQUÍ ESTAMOS, las de la vieja escuela, las que no dormimos cuando estamos haciendo magia, las que celebramos hasta dejar la conciencia de lado, las que somos felices viajando con lo ahorrado, y las que disfrutamos de estar juntas en aquelarre para compartir nuestras mejores jugadas.

Se les quiere y se les admira queridas amigas Productoras con P… de Patria





 (*) aplica a un reducido pero potente grupo de hombres también



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